Psicocirugía

Se trata de un procedimiento quirúrgico que intenta tratar a través de la estimulación del tejido neural el pensamiento o los procesos de pensamientos, asociados a las enfermedades psiquiátricas, que no son causadas por una lesión estructural conocida.

Esta disciplina, que en las primeras décadas del siglo XX tuvo un gran auge, es actualmente la menos desarrollada de la neurocirugía funcional. Su utilización fue interrumpida abruptamente por considerarse una técnica que afectaba la libertad individual sumado al descrédito de algunos equipos quirúrgicos por carecer de control y rigor científico. El advenimiento de la psicoterapia y el crecimiento de la psicofarmacología contribuyeron a reducir drásticamente el número de pacientes pasibles de tratamiento quirúrgico.

El concepto fisiopatológico de las intervenciones en psicocirugía se basa en la supresión o modulación de los circuitos límbicos y paralímbicos que participan directamente en la génesis y la mejoría de los síntomas psiquiátricos.

En los últimos años gracias al perfeccionamiento de las imágenes funcionales (RMN, MEG, PET, SPECT) y de la neurofisiología fue posible acceder a una mayor comprensión del funcionamiento de los circuitos implicados en los trastornos psiquiátricos.

A su vez el desarrollo de las técnicas quirúrgicas de estimulación cerebral profunda y estimulación cortical, permitieron modular de manera adaptable y reversible las redes neuronales implicadas en estos trastornos. Esto posibilitó la evaluación de los pacientes bajo los efectos de la estimulación y sin ella, evitando daños irreversibles y permitiendo valorar clínicamente los posibles blancos quirúrgicos.

Actualmente la Psicocirugía es utilizada para tratar tres patologías que cuando son refractarias al tratamiento farmacológico, impactan de manera negativa en la calidad de vida de los pacientes generando una marcada pérdida de su autonomía.

Trastornos de control de impulsos:

Trastorno Obsesivo Compulsivo:

Se caracteriza por la aparición de ideas obsesivas y recurrentes unidas a actos motores repetitivos. Este trastorno se basa en un aumento de la hiperactividad metabólica de la corteza frontoorbitaria estriado y cingulo anterior. Los blancos quirúrgicos que han sido utilizados son el estriado ventrial – núcleo accumbens, cápsula interna y núcleo subtalámico, para modular la actividad patológica de los circuitos orbitofrontal y corteza prefrontal. Se establece una modulación de las fibras de la corteza frontal, el tálamo y el estriado ventral.

Agresividad irreductible:

Se considera que la agresión es irreductible cuando el trastorno de control de impulso se presenta de manera tal que otorga una  resistencia a todas las terapéuticas tradicionales.  La conducta auto o hétero agresiva persiste con daño o riesgo físico para sí mismo o terceros.

Síndrome de Gilles de La Tourette:

Es una enfermedad que aparece en la niñez y evoluciona a lo largo de los años. Se caracteriza por tics motores faciales y fónicos. Esta patología se destaca por una hiperactividad Frontotemporoparietal y de la corteza cingular. El origen de este síndrome podría deberse a descargas anómalas en globo pálido interno. Como blanco quirúrgico se propone el núcleo ventral oral interno, núcleo centro mediano y globo pálido interno.

Trastornos afectivos:

Depresión Mayor:

Es un trastorno de alto impacto en la sociedad actual y está caracterizada por una hiperactividad en la región subgenual. Se propone la estimulación del área subgenual, el estriado ventral y la cápsula interna.

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